Las horas pasan y no hay movimiento, no hay sentimiento, no hay nada. Aguardo paciente, observo como los minutos transcurren, pero nada pasa. Ya no hay interés, tan sólo espero por el cansancio o por Morfeo, el que venga primero.
Lo miro, pero ya no me emociona. Aquel pasatiempo se ha vuelto una costumbre e incluso más aburrido que ellas. Sin embargo, si lo dejara ¿qué haría? Aún puedo explotar mucho de ahí, eso me dice la razón, pero ya no hay esa emoción al hacerlo.
Que efímero es el tiempo, en algunas ocasiones, y que lento en otras. Algún día sólo recordaran mi nombre. Me esfumaré como la neblina, me fundiré con el aire y estaré en tus suspiros. Pronto ya no me verán…
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