lunes, 20 de junio de 2011

Un regalo para mi padre

El domingo fue el día del padre y desde el sábado empecé a odiar con todas mis fuerzas esa fecha.  Como buena mexicana que deja todo a última hora, no fue hasta el sábado que me puse a buscar un regalo para mi padre –además que fue apenas ese día que pude salir toda la tarde a la calle sin que me dolieran tanto las muelas-

El resultado: desastroso.
En mi cabeza sólo había una pregunta, una pregunta que encerraba el problema por el cual no podía encontrar un regalo para mi padre. ¿Qué le puedo regalar al ser que ha estado ahí apoyándome todo este tiempo, qué me ha dado todo y más? Nada me parecía lo suficientemente bueno para él y cuando encontraba algo después de pensarlo me daba cuenta que era algo medio inútil.

Además estaba el hecho de que, comprara lo que comprara, acabaría siendo un regalo que él estaba pagando, para él. Si, ni siquiera tenía dinero para comprarle un regalo –tengo, porque lo último que quedaba de dinero ganado por mi lo use para pagar yo un trámite de gobierno- En este punto ya estaba totalmente de pesimista, desesperada y enojada.

"Soy un fracaso de hija, ni siquiera puedo encontrarle un regalo.” Era lo que pensaba, mientras miraba a la gente en el centro comercial. Ahí empecé a pensar en lo horrible que era regalarle algo a un hombre, para mi es la cosa más difícil del mundo.  Los hombres son raros, no tanto como las mujeres, pero lo son. 

Resumiré esto porque, la verdad, he perdido el hilo de la entrada y no recuerdo el punto.  El día del padre es una fecha que odio por el hecho de tener que comprar un regalo. No por avaricia, sino porque no encuentro un regalo que demuestre todo el amor que siento por mi padre, todo el cariño que le tengo y todo el agradecimiento.

Ni siquiera las palabras se me hacen suficientes, y podría decirse que las palabras o escribir es uno de mis fuertes. Al final le regale algo, no diré que, pero aún así no estoy satisfecha. Algún día podre darle un regalo pagado por mí, buscaré algo que sea digno de él. Existen pocos hombres como él, pocos padres como él y por eso no es suficiente con comprar una corbata o una camisa.

observando.net

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