Obviamente tengo un monton de tarea, el doble de lo usual porque no he ido a la escuela, y por eso estoy escribiendo.
Pues nada, resumire todo diciendo que hace un par de sábados fui a hacerme unos estudios para tratar de ver de donde provenía el dolor que me daba, el cual yo insistía que era del infierno y si me quitaban las costillas todo estaría bien. Durante la semana antes de los estudios me pusieron a dieta de practicamente agua (sí, estoy exagerando pero es que ustedes no saben y a mi me da pereza contar tanto xD)
Fui al doctor, incluso había hecho un trato de que si me portaba bien en los estudios y dejaba que me sacaran sangre me darían un helado. Aún estoy esperando mi helado. Los doctores salieron con la sorpresa de que "tenemos que operarte.. ya" y después de muchas cosas me quede en el hospital para que me operaran en la mañana del domingo.
La aventura inicia cando mi madre decide que sería una buena idea si viene a cuidarme. Llegó el sábado y, digamos que tengo una madre alto especial. Yo odio no poder hacer las cosas por mi misma y si puedo hacerlas cosas yo pues las hago y ya, cosa que le molestó y no tardó en decirme que entonces para que había venido y así. ¡El horror! Y entonces así fue todo, yo haciendo mis cosas y ella enojada porque hacía mis cosas y no dejaba que ella las hiciera por mi.
Además de todo soy terca. De esas tercas que después de 8 horas ya empieza a caminar. Lo que sea. Así ha sido todo y con dietas a base de peras y agua. No me quejare. Me gustan las peras. En cualquier cosa hoy festejo porque por fin me quitaron los puntos! Dos horas después de eso ya me arranque un par de costras, sin querer... y tengo una picina de sangre en mi ombligo que no me dejan terminar de cortar!
Y ahora tengo un parche en el ombligo después de una sesión de "Andrea! Dejate ahí!" y de "pareces niña chiquita!" o "Andrea ¬¬" y cosas así. Uno no pensaría que estoy a menos de 3 meses de cumplir 21, menos mi padre después de esto jajaja
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